¿La remuneración en acciones es un gasto?
- Ćngel Ruiz
- 2 jun 2023
- 7 Min. de lectura
Cuando miramos los informes financieros de las empresas, es habitual encontrarnos con mĆ©tricas āalternativasā que se presentan al margen de las cuentas oficiales, por ejemplo un beneficio operativo ajustado. Muchas empresas hacen un ajuste positivo eliminando un gasto que consideran que no deberĆa estar en las cuentas, a pesar de que la normativa les obliga a incluirlo. Me refiero a la remuneración en acciones (share-based compensation o stock-based compensation; o por sus siglas: SBC). A continuación se muestra un ejemplo.

Fuente: Elis SA, informe anual 2022
Existen varias formas de articular la SBC en una compaƱĆa, aunque aquĆ describirĆ© dos muy habituales. AdemĆ”s de explicar en quĆ© consisten, veremos si se trata de un gasto o no.
Antes que nada, definamos quĆ© es un gasto, pero no desde un punto de vista de regulación contable, sino de "filosofĆa" contable. Hago esta distinción porque, como ya he dicho, los estĆ”ndares contables exigen que la SBC se trate como un gasto dentro de la cuenta de resultados, al igual que los sueldos y salarios. Ahora bien, al margen de lo que diga la norma, Āærealmente la SBC es un gasto?
Un gasto es una pĆ©rdida de patrimonio de la compaƱĆa por motivos distintos a transacciones directas con sus accionistas. Una transacción directa es, por ejemplo, el pago de dividendos; cuando la empresa paga dividendos estĆ” reduciendo su patrimonio neto (equity), pero no es un gasto ni una pĆ©rdida ya que no es una consecuencia del funcionamiento normal del negocio, sino una decisión directa de los accionistas. Lo mismo puede decirse de las recompras de acciones, son reducciones del equity pero no son gastos.
Veamos ahora dos formas muy habituales de remunerar en acciones, las stock grants y las stock options, y analicemos si realmente son un gasto.
En primer lugar, tenemos la entrega directa de acciones (stock grants). Con esta forma de remuneración, la empresa emite nuevas acciones y se las entrega al trabajador sin que Ć©ste tenga que desembolsar nada a cambio. Una variante son las āacciones restringidasā, en caso de que la empresa exija ciertas condiciones para su concesión, como puede ser que el empleado permanezca un mĆnimo de tiempo en la empresa; si abandona la compaƱĆa antes del plazo, pierde sus acciones.
Con la concesión de acciones la empresa no tiene que desembolsar nada, ni desprenderse de ningĆŗn activo ni reducir el valor de ningĆŗn activo, por lo que podemos concluir que las stock grants no son un gasto para la compaƱĆa segĆŗn la definición que estamos manejando aquĆ. Sin embargo, se contabilizan como un gasto en la cuenta de resultados, por un importe equivalente al valor de mercado de las acciones nuevas emitidas.
Otra forma, muy habitual, de remunerar en acciones son las opciones sobre acciones o stock options. AquĆ la empresa no entrega acciones, sino el derecho a comprar acciones de la propia compaƱĆa a un precio determinado (precio de ejercicio o strike). Por ejemplo, cuando la acción cotiza a 75ā¬, la empresa entrega stock options con un precio de ejercicio de 60ā¬. Si el empleado optara por ejercer la opción justo despuĆ©s de que se la otorguen, ganarĆa 15⬠por cada opción (asumiendo que cada opción representa una acción). Alternativamente, podrĆa elegir esperar y esforzarse para que la empresa mejore sus resultados y que, como consecuencia, suba su precio en bolsa; asĆ podrĆa ganar mĆ”s con sus stock options. AquĆ se aprecia claramente cómo se instrumentan las stock options para motivar a los empleados a que aporten todo el valor que puedan a la empresa y que asĆ hagan subir la cotización.
Aunque es menos habitual, también pueden concederse stock options con un strike superior al precio de cotización en ese momento. En ese caso, el empleado no recibe ningún beneficio inmediato, y si la cotización no sube al final la remuneración se queda en nada.
Cuando la empresa concede stock options, contabiliza un gasto por el valor de estas opciones, y este valor se determina mediante procedimientos de valoración de opciones , como el método Black-Scholes. Pero, ¿realmente las stock options son un gasto?
Cuando la empresa concede las opciones, no tiene que pagar nada, al igual que el empleado. Por tanto, la concesión en sĆ misma no impacta en el patrimonio, al igual que sucedĆa con las stock grants, aunque con la diferencia de que aquĆ la empresa de momento no ha tenido que emitir nuevas acciones.
Cuando el empleado decide ejercer su opción de compra, es entonces cuando la empresa tiene que emitir acciones y a cambio recibe dinero, ya que el empleado tiene que pagar por ellas. Por tanto, estamos dilucidando si la SBC es un gasto (reducción de patrimonio) y resulta que con las stock options la empresa aumenta su patrimonio. A todos los efectos, el ejercicio de stock options es como una ampliación de capital.
A estas alturas creo que ha quedado bastante claro que, al margen de lo que dispongan las normas contables, la remuneración en acciones no es un gasto, ya que no reduce el valor patrimonial de la compaƱĆa. Ahora bien, su impacto no es neutral para un inversor. Aunque la SBC no reduce el valor de la compaƱĆa, sĆ reduce el valor de la compaƱĆa por acción. El patrimonio que hay disponible tiene que repartirse entre un mayor nĆŗmero de acciones, por lo que el valor por acción se diluye. Es por eso que a la hora de invertir en acciones debemos incorporar la SBC en nuestra valoración, y por tanto no deberĆamos tomar simplemente la cifra de EBIT ajustado o EBITDA ajustado que presentan las compaƱĆas y que excluye la SBC.
Antes de evaluar las diferentes formas de abordar la SBC, hay que aclarar que sĆ deberĆa quedar completamente excluida del anĆ”lisis que hace un inversor en deuda (bonos, prĆ©stamos). La SBC no afecta a la capacidad de la empresa de repagar su deuda, ya que no tiene que pagar nada por remunerar en acciones, y el hecho de que la SBC tenga un efecto dilutivo en el capital es algo que al acreedor le trae sin cuidado. Si invertimos en deuda lo que nos importa es que la empresa tenga suficientes recursos para pagarnos, no cuĆ”ntas acciones hay en circulación, por lo que siempre nos interesarĆ” mĆ”s que la empresa remunere a sus empleados en acciones en lugar de hacerlo en salario. Por tanto, si inviertes en deuda lo correcto es ignorar la SBC y devolver ese gasto a la cifra de beneficio.
Volviendo con los accionistas, veamos cómo podemos incorporar la SBC en nuestro modelo de valoración.
La SBC impacta negativamente en el valor por acción debido a que aumenta el nĆŗmero de acciones en circulación, por lo que lo ideal serĆa excluir el gasto en SBC de la cuenta de resultados y hacer un ajuste en el nĆŗmero de acciones. Pero esto es algo muy complicado, ya que no se trata simplemente de asumir un cierto nĆŗmero de acciones diluidas. Las acciones diluidas representan las acciones que habrĆa en circulación si todos los instrumentos financieros convertibles en acciones de la compaƱĆa (stock options, bonos convertibles) se convierten en acciones, pero en ese cĆ”lculo estamos teniendo en cuenta los instrumentos financieros que hay emitidos a dĆa de hoy. En cambio, en la valoración influirĆ”n mucho mĆ”s los instrumentos financieros que la empresa emita en el futuro, no los que ya tiene emitidos. AdemĆ”s, en el cómputo de acciones diluidas tampoco tenemos en cuenta las stock grants, que son emisiones de nuevas acciones sin que previamente exista un instrumento financiero (stock options, bonos convertibles) que obligue a la empresa a emitirlas.
Este mismo razonamiento es aplicable aunque valoremos para una fecha futura. Por ejemplo, si queremos valorar aplicando un múltiplo EV/EBITDA al EBITDA estimado para 2027, las acciones diluidas que usemos para calcular el valor por acción en 2027 reflejarÔn la SBC concedida hasta entonces, pero no la SBC posterior a 2027, que es la que mÔs impacto tiene en la valoración.
Resumiendo, es muy complejo incorporar la SBC en nuestro modelo por el lado del número de acciones, ya que tenemos que tener en cuenta, no sólo las acciones diluidas que hay hoy, sino las que habrÔ en el futuro. No digo que sea imposible, pero honestamente no conozco ningún método prÔctico para hacerlo.
Esto nos conduce a pensar que lo mejor es hacer caso a los estĆ”ndares contables y tratar la SBC como un gasto, aunque en realidad no lo sea. A fin de cuentas, es mucho mĆ”s sencillo modelizar un gasto que el nĆŗmero de acciones. Sin embargo, dado que la SBC no implica salida de caja ni reduce el valor de la compaƱĆa, es algo injusto equiparla a la remuneración en salario. Por eso, otra propuesta es tratar la SBC como si fuera salario pero aplicando un ajuste o descuento a la baja. Este ajuste vendrĆa a reflejar lo siguiente:
Si la empresa sustituyera la SBC por remuneración en salario, el importe seguramente seria menor, ya que la SBC no drena recursos de la empresa pero el salario sĆ. El coste para la empresa de remunerar en acciones es mĆ”s ābajoā que el coste de remunerar con salarios.
Si al trabajador le dieran la opción de convertir su SBC en salario, muy probablemente aceptarĆa un descuento. Un motivo es que la SBC suele estar sujeta a condiciones (permanecer en la empresa un tiempo, alcanzar ciertos hitos), por lo que a cambio de deshacerse de esas restricciones el empleado podrĆa estar dispuesto a aceptar una menor remuneración.
Por ejemplo, si la SBC en la cuenta de resultados es de 100, nosotros podemos rebajarla hasta 75. Por supuesto, la gran incógnita es cómo de grande deberĆa ser este ajuste. Si esto nos parece un obstĆ”culo insalvable, tendremos que usar la SBC tal cual viene en la cuenta de resultados, aunque suponga penalizar a la empresa. En aras de la simplicidad, y salvo que la SBC sea una partida muy importante en la cuenta de resultados, es lo que sugiero hacer.
ĀæY quĆ© ocurre con el flujo de caja? Por muy sangrante que nos parezca, para nuestra valoración tambiĆ©n deberĆamos incluir la SBC en el cĆ”lculo del cash flow, aunque no implique ninguna salida de caja. De nuevo, lo ideal serĆa ajustar el nĆŗmero de acciones para reflejar la SBC futura, pero es algo que veo impracticable. Por eso, lo mejor es tratar la SBC como si fuera salario, aplicĆ”ndole el descuento que consideremos pertinente. Si calculamos el flujo de caja a partir del EBIT, no hay que hacer ningĆŗn ajuste para incorporar la SBC, ya que este gasto ya estĆ” incluido en el EBIT. Sin embargo, si calculamos el flujo de caja a partir del cash flow operativo, habrĆa que aƱadir un coste mĆ”s en concepto de SBC.
EBIT ā Impuestos + D&A ā Capex +/- inversión en WC = Flujo de caja libre
CF operativo ā SBC ā Capex = Flujo de caja libre
En conclusión, la SBC no es un gasto, pero lo mĆ”s prĆ”ctico es que la tratemos como un gasto y como una salida de caja si queremos valorar las acciones de la compaƱĆa. En cambio, si invertimos en deuda podemos excluir la SBC de nuestro anĆ”lisis.
Espero que esta explicación te resulte de utilidad en tu valoración de empresas.